El papa francisco, de 87 años, anuló a último minuto su participación en el Vía Crucis este viernes 29 de marzo, en el Coliseo de Roma. La decisión llega en un contexto de preocupación por su debilitada salud.
«Para preservar su salud en preparación para la vigilia de mañana y la misa del Domingo de Pascua, él seguirá el Vía Crucis del Coliseo desde la residencia de Santa Marta», anunció el Vaticano en un comunicado.
Después del anuncio, pocos segundos antes del inicio de la ceremonia, los organizadores retiraron la silla del papa ubicada en una colina frente al Coliseo.
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Aunque el Papa Francisco presidió un servicio religioso de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro, más tarde canceló su participación del Vía Crucis en el Coliseo de Roma. Fecha para conmemorar el día más sombrío del calendario cristiano, que marca la muerte de Jesús por crucifixión.
PROBLEMAS DE SALUD DEL PAPA
El Sumo Pontífice ha sufrido algunos problemas respiratorios en los últimos tiempos. Sin embargo, el Jueves Santo presidió aparentemente sin problemas, la misa en una cárcel de mujeres de Roma.
En su oración final, el Papa pide que este momento sirva para abrazar “a los hermanos y hermanas de tantas partes del mundo que sufren persecución a causa de tu nombre; a los que padecen la tragedia de la guerra y a los que, sacando fuerzas de ti, cargan con pesadas cruces”.
“Jesús, juez santo que me llamarás por mi nombre, líbrame de juicios temerarios, chismes y palabras violentas y ofensivas”, rogó Francisco.
El vía crucis del Coliseo comenzará a las 21:00 hora italiana (20:00 GMT) y está previsto que el Papa lo presida desde la colina del Palatino. Mientras que el año pasado no acudió por el intenso frío pues se tenía que recuperar de la bronquitis que le obligó a ser hospitalizado.
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